El territorio simbólico de la institución
Los centros de residencias se han caracterizado por ser espacios que acompañan a los artistas en sus procesos de trabajo, como herramientas indispensables para contribuir a la activación de los tejidos artísticos. Con la evolución de los modelos, se han abierto vías de interlocución más directa con el entorno más inmediato a la hora de definir esa relación entre institución y territorio. No obstante, ¿quién constituye el territorio simbólico de la institución?
Ane Rodríguez Armendáriz ha trabajado en el ámbito de la gestión cultural en diferentes instituciones españolas en los últimos 15 años. Tras un año de estudios e investigación en Goldsmiths College de Londres, en septiembre de 2020 se incorporó al Centro de residencias artísticas de Matadero Madrid como responsable del programa. En su trayectoria destaca la labor realizada en Tabakalera como directora cultural (2012-2019). Fue la responsable de la configuración del proyecto de apertura e implementación del proyecto cultural que incluía programas de formación, mediación, exhibición y creación en el ámbito del arte contemporáneo y el cine principalmente. A lo largo de estos años ha trabajado con artistas como Maryam Jafri, Yto Barrada, Eric Baudelaire, Itziar Okariz, Adrià Julià, Jumana Manna, Uriel Orlow y Filipa César entre otros, en colaboración con otros centros internacionales y prestando especial atención a los programas educativos y la configuración de la institución como un espacio de aprendizaje y construcción de comunidades. En el ámbito del cine, destaca la coorganización del programa de residencias para el desarrollo de proyectos audiovisuales Ikusmira Berriak, así como la organización del seminario internacional de cine en Tabakalera entre los años 2016-2019. Durante estos años también estuvo en el desarrollo del origen de la escuela de cine Elias Querejeta Zineskola de Tabakalera. En la actualidad sigue vinculada como tutora de proyectos.
Su experiencia en instituciones de arte españolas incluye la feria de arte contemporáneo en Madrid, ARCO (2006-2010), donde estuvo a cargo de programas comisariados y galerías internacionales; MUSAC, el museo de arte contemporáneo de Castilla y León, donde fue coordinadora general y adjunta a dirección del museo (2010-2011), y Matadero Madrid, como parte del equipo de programación (2011-2012).
Formada como periodista, pronto se incorporó a la gestión artística después de la experiencia en varias galerías en Londres y tras haber cursado sendos postgrados en cine y arte. De vuelta en España en 2004, formó parte del equipo de la bienal Manifesta 5 en San Sebastián. También ha colaborado en el Festival de Cine de San Sebastián.